Siempre llega un momento en nuestra vida en el que nos paramos y podemos mirar nuestra vida y siendo honestas con nosotras mismas darnos cuenta que estamos aferradas a un montón formas de funcionar, de mecanismos que hasta este momento nos dieron seguridad y nos ayudaron a sobrevivir pero que ahora se han vuelto el ancla que nos impide avanzar y seguir el navegar de nuestra vida.
Pues bien se nos olvida que dejarlos ir es sólo cuestión de elección, se nos olvida que elegir es nuestra mayor libertad, intrínseca a la expresión de nuestro Ser.