PARA AMAR HAY QUE DEJAR DE QUERER



 

 

Para realmente amar hay que ‘dejar de querer.’:

  • Dejar de querer que  hagan lo que tú harías 
  • Dejar de querer que vean lo que tú ves. 
  • Dejar de querer que  sean como tú quieres que sean.
  • Dejar de querer que cambien si no desean cambiar

 

Si percibes que en tus relaciones  no son todo lo fluidas y gratificantes que podrían ser  o que en ellas existe un desbalance hacia querer cambiar al otro  agenda ya tu sesión de TRE y me encantará acompañarte  para  investigar y limpiar bloqueos espirituales y energéticos que se están mostrando cómo este  reto.



 

 

 

‘Sólo hay un remedio para el amor: Amar más’

 Henry D. Thoreau

 

Cuando equivocamos ‘el querer’  con ‘el amar’  o  viceversa nos llenamos de falsos ‘te quiero’ y de ‘te amo’ vacíos.

 

Querer etimológicamente procede del latin quaerĕre  que significa ‘buscar’, ‘pedir’  o tomar posesión de algo, de alguien. Querer es hacer nuestro algo que no lo es,  es adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto creemos que nos falta.  Si se trata de querer a otra persona tiene pues la connotación de querer cambiarlo para sea según nuestras  expectativas personales. 

 

Si quieres a alguien, esperas que sea de una determinada manera y si esto no se muestra  te genera sufrimiento. 

 

Por otro lado amor es una palabra latina con una raíz indoeuropea *amma- (voz infantil para llamar a la madre), también relacionada con el verbo latino amare (amar, dar caricias) más el sufijo -or (efecto o resultado). 

 

Es decir amar es el efecto  de ser acariciado. 

 

Así en el amar no hay juicio. Amar es desear lo mejor para el otro, es un sentimiento desinteresado que nace de la entrega, es darse por completo desde el corazón. Por esto, el amor nunca será causa de sufrimiento

 

Así pues para realmente amar hay que ‘dejar de querer.’:

  • Dejar de querer que  hagan lo que tú harías 
  • Dejar de querer que vean lo que tú ves. 
  • Dejar de querer que  sean como tú quieres que sean.
  • Dejar de querer que cambien si no desean cambiar

 

Cuando amas ‘dejando de querer’  existe la la confianza plena de que pase lo que pase vas a estar, no porque te deben algo, sino sólo por estar  y que ese estar no lo cambia ni el paso del  tiempo, ni las circunstancias.

 

Cuando amas estás dando un lugar a alguien en tu corazón para que se quede siempre, como pareja, madre, hijo o amigo,  elija lo que elija, igual que sabes que ese mismo lugar está en el corazón de la otra persona. 

 

Y cuando das ese amor que acaricia el alma  tu amor no se acaba sino que se aumenta. 

 

Abres tanto tu corazón  para dar que simultáneamente  has abierto el tuyo dejándote amar.

 

Si percibes que en tus relaciones  no son todo lo fluidas y gratificantes que podrían ser  o que en ellas existe un desbalance hacia querer cambiar al otro  agenda ya tu sesión de TRE y me encantará acompañarte  para  investigar y limpiar bloqueos espirituales y energéticos que se están mostrando cómo este  reto.

 

En amor y gratitud, 

 

Judith




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